También conocidos como dentición decidua, temporal o primaria está constituida por 20 dientes. Estas piezas se forman en el útero a los 14 meses de gestación y se completa a los 3 años. La dentición suele aparecer sobre los 6 meses y se completa alrededor del año y medio.
A partir de los seis años, irán apareciendo piezas de la dentición definitiva e irán sustituyendo a la temporal. Por su parte, la dentición definitiva se empieza a formar el cuarto mes de gestación, aunque su erupción tardará varios años en emerger. Este proceso finaliza entre los 18-25 años.
Alimentación saludable y natural
Cuidar los dientes de leches es muy importante. Y el cuidado empieza por una alimentación adecuada y se completa con una higiene bucal acorde a cada edad.
Es importante tener en cuenta que muchos alimentos, especialmente los procesados, contienen una gran cantidad de azúcares. Las papillas para preparar, las galletas y los zumos y cereales procesados pueden contener una cantidad muy alta de azúcares que pueden dañar la dentina.
El gusto infantil por los dulces y golosinas hace que en muchas ocasiones tomen demasiada cantidad. También se suelen dar panes blandos de molde, porque entendemos que puede ser más apetecible para ellos. Una merienda con un sándwich y un zumo de tetra-brick puede ser una bomba para sus dientes. Sobre todo, si después no hay una higiene adecuada.
Ese tipo de panes son de fácil masticación, pero son muy pegajosos para los dientes. Al no haber un proceso de masticación largo, los restos quedan en la boca. Estos panes incluyen en su composición azúcar. Los zumos en tetra-brick son útiles para llevar, pero son un corrosivo para los dientes por el mismo motivo, no estimulan la masticación y dejan una película de azúcares.
En este sentido, volver a las piezas de fruta, especialmente la manzana y los panes tradicionales serán más saludable, nutritivos y conseguirá no perjudicar a los dientes.
Estimular a los niños a comer alimentos que requieran masticar favorecerá el habla, ya que hará que esta sea más fuerte.
La regla es: la alimentación natural siempre es más saludable. Cuanto más procesado esté un alimento, menos nutrientes estarán presentes y más posibilidades hay de que en su composición se abuse de azúcares.