Los niños consumen una gran cantidad de azúcares. La dieta actual con la presencia de alimentos procesados, refinados y azucarados es un peligro potencial para sus dientes. Con la intención de prevenir la aparición de caries y sobre todo, de generar un hábito debemos iniciar cuanto antes, los hábitos de higiene dental.
La higiene dental de un niño se inicia desde bebé. Al principio podemos utilizar una gasita humedecida para limpiar sus dientes. A partir del año, año y medio podemos empezar a usar un diente infantil suave. El hábito le generará curiosidad. Siempre que podamos debemos dejar que él mismo lo utilice, bajo nuestra supervisión.
Entre los seis meses y los dos años, la Academia Europea de Odontología Pediátrica recomienda el cepillado dos veces al día con una pasta de dientes con 500ppm de flúor y la cantidad similar a un guisante. A los dos años ya se puede usar una pasta con 1000 ppm. de flúor.
La Sociedad española de Odontopediatría señala que el cepillado dental con pasta con flúor es lo más cercano al método ideal de salud pública.
Pasta con flúor pero con control
Un uso excesivo de pasta de dientes puede suponer riesgo importante, especialmente en los tres primeros años de vida.
De hecho, se ha calculado que un preescolar, con dos cepillados diarios, puede deglutir alrededor de 1 gramo de pasta dental al día, debido a la inmadurez del reflejo de deglución. Por ello hay que controlar bien a los pequeños cuando se cepillen los dientes.
En cuanto a la concentración de flúor, no hay suficiente evidencia de que una pasta de dientes con una concentración de flúor de 500ppm o menos tenga un efecto preventivo contra la caries. Es importante mirar, por tanto, qué cantidad contienen y eliminar las que estén por debajo de estos parámetros.
Una buena alimentación, también para los dientes
Hay que decir que la alimentación mediterránea es más saludable que la de otros países del Norte de Europa. Así pues en función de la alimentación de nuestros hijos, debemos iniciarla antes o podemos esperar a que sea un poquito más mayor.
De cualquier manera, cada seis meses debemos revisar la dentadura de los pequeños para asegurarnos de que no hay problemas y la higiene es la adecuada.
A partir de los cuatro años se puede elegir una pasta con un nivel mayor de flúor. Hasta 1.450 ppm. También podemos incorporar un colutorio con una solución de flúor al 0,05% al día o de 0,2% si es una vez a la semana. El enjuague debe hacerse con 10 ml de producto. El cepillado de mañana y noche debe mantenerse hasta los seis años.